Los cristales son rocas que provienen de la tierra y como tal traen consigo todo su poder y energía a nuestro mundo físico con el fin de ayudarnos en los diferentes momentos de nuestro proceso de evolución.
A lo largo de la historia de la humanidad los cristales han sido utilizados para curar el cuerpo físico y espiritual, especialmente por las culturas indígenas aprovechando su energía y relación con los chakras y emociones.
“Los cristales son un objeto físico, pero irradian frecuencias energéticas sutiles. Así como nosotros los humanos, ¿cierto?” dice Kayma Englund, propietaria del Templo Kamali de Carlsbad.
Los seres humanos estamos compuestos por un cuerpo físico, uno áurico y uno etérico que trabajan en conjunto a través de la energía ó el flujo energético del ser. Con las emociones y los pensamientos de baja la vibración generamos bloqueos y damos entrada a los desequilibrios energéticos que se ven reflejados en las enfermedades del cuerpo físico ó los acontecimientos traumáticos de la vida como las situaciones negativas en las relaciones o inclusive las quiebras económicas, entre otros. Los cristales al poseer energías sutiles logran generar un equilibrio y por ende sanar.
Pero, ¿cómo lo hacen? estudios demuestran que al colocar dos objetos con energías diferentes cerca, la baja vibración se sube a la frecuencia de más alta vibración, como ejemplo están los relojes de péndulo de la antigüedad, que al colocar uno con un movimiento más rápido al lado de otro con un movimiento más lento, tienden a sincronizarse con el de movimiento más rápido.
Entonces, para lograr la sanación del cuerpo físico, emocional o espiritual a través del trabajo con cristales, se recomienda tomarlos en las manos, ponerlos debajo de la almohada o puntualmente en los chakras del cuerpo según la afección.
Si quieres comenzar este viaje a través de los cristales, te recomendamos hacer un kit que puedas cargar contigo, compuesto mínimo por los 7 cristales que trabajen los chakras.
A continuación dejamos el listado: