“Sé valiente y bondados@” especialmente contigo.
Cuida tu corazón, no permitas que cualquiera lo conozca y entre en él.
Si te sientes incómod@ con algo o alguien, pregúntate por qué y resuélvelo.
Sé generos@ con tus afectos y permite que lo sean contigo. Recibe con agrado el amor que los otros estén dispuestos a darte.
Contempla la belleza interior. Mírate al espejo y contémplate a ti mism@.
Aliméntate bien. Nútrete de las cosas simples de la vida, ahí afuera hay mucho alimento. Saborea despacio.
Oye lo que la gente dice, pero no escuches todo. El mundo está lleno de personas con miedo que se dicen exitosas, otras que, escudándose en causas nobles le hacen mucho daño a los demás y otras que adoran el pasado y a las que les encanta cobrar deudas que no son tuyas.
No creas todo ni tan rápido. Con frecuencia la primera conclusión es equivocada.
Si eliges a alguien para compartir tu vida, asegúrense ambos de hablar con el corazón. La clave: Coincidir; si no coinciden, no fuercen nada. Sigue tu camino como antes, no te pierdas. No necesitas de nadie que antes no estaba en tu vida. Nunca hagas negocios con el dolor.
La mayoría de relaciones y de los afectos son inventados, creemos que son reales pero a veces se basan en ilusiones. Sé selectiv@.
No estás condenad@ a nada. Querer toma su tiempo, no corras. Cuando sientas que te enamoraste pronto, tal vez no sea de esa persona sino de lo que esperas que sea; esas ilusiones generalmente se desvanecen rápido. Conoce, pregunta, observa pero recuerda sin embargo que no existen seres perfectos.
Confía; tienes alas, no las cortes. No estás sentenciad@ a quedarte en ninguna parte que no te sea natural. Sigue tu intuición. Avanza en tu camino pero sin escapar del presente.
Tu camino no tiene que parecerse al de nadie y si el elegido no te agrada o te enriquece, vuelve a empezar.
Escoge bien tu compañía. Rodéate de personas reales que no le huyan a nada, que valoren la naturaleza y la capacidad de sentir, que quieran estar sanos, que vivan y sientan con coraje, que sean impulso.
Recuerda que todo tiene solución y hasta la más inesperada siempre es perfecta.
Imagina, cree y crea.
Recuerda que todo tiene solución y hasta la más inesperada siempre es perfecta.
Sé disciplinad@. Alguien dijo que el brillo de la gente exitosa es su sudor… sí, a veces; eso sí, disfruta lo que elijas hacer para que luchar por ello no te cueste demasiado.
Si buscas la felicidad en algo, no lo sufras. Esfuérzate y si sientes dolor, que “solo sea porque te empinaste y alcanzaste el siguiente peldaño”.
No viniste a complacer a nadie, tampoco esperes que te complazcan; ocúpate más bien de ti mism@. No dañes nunca y si acaso alguien te daña, no te quedes en el dolor. Muévete.
Si encuentras que algo te apasiona, vé por ello. Conquista tus miedos, respeta el proceso y sé riguros@.
Sé fuerte ante las críticas; las más crueles con frecuencia vienen de quienes dicen o creen conocerte.
Asegúrate de prepararte para recibir todo lo bueno que le pidas a la vida. Sueña en grande porque eres espacial, perdón, especial. Tienes el poder de marcar corazones con tal belleza que la intensidad debe mantenerse.
Que tu caminar sea lento cuando de contemplar la belleza se trate, pero apúrate cuando lo tonto o negativo intente perturbarte.
Sé agradecido con los recuerdos y con el viento que limpia el camino. Si algo se va, aprende a decir adiós y agradece porque tu equipaje ahora es más liviano.
Como tú, di solo cosas bonitas. Lo demás déjalo solo para cuando te pregunten y en ese momento habla con tu verdad.
Defiende valientemente tu territorio y deja a los demás vivir su vida.
Recuerda que tú eres sagrad@. Espera del universo todo en esa medida.
¿Qué hacer con lo que no estaba planeado? Este es el mayor reto de la vida… la buena noticia es que siempre hay alternativas.
No tienes que brillar para el mundo. Aprende a relajarte, a déjarte ir. Descubrirás que allí donde crees que no hay nada más es justo donde encontrarás tu propio valor.
No tienes que brillar para el mundo. Aprende a relajarte, a déjarte ir. Descubrirás que allí donde crees que no hay nada más es justo donde encontrarás tu propio valor.